15 avances tecnológicos que disfrutas gracias a la exploración espacial y no sabías
Dentro de pocos días se conmemorará el 51º aniversario de la llegada del hombre a la Luna a bordo del Apolo 11 y, en este día, no está de más recordar algunos avances tecnológicos de los que disfrutamos hoy en día en nuestras vidas gracias a la exploración espacial.
Cada vez que se lanza una nueva sonda, es habitual escuchar frases del tipo: “Que arreglen primero los problemas en la Tierra antes de ir a otros planetas“ o “Menudo gasto de dinero tan absurdo teniendo en cuenta la pobreza que hay en el mundo“.
Estas frases tan falaces son típicas de personas que no conocen los increíbles avances en ciencia y tecnología que han sido posibles gracias a la exploración espacial, ya que esta ha potenciado el avance tecnológico por encima de nuestras necesidades vitales.
Para tratar de traer a algunas de esas personas del lado oscuro, hoy vamos a hablar de 15 mejoras en nuestra vida diaria que tenemos gracias a la exploración espacial. Empecemos.
Termómetro de infrarrojos
Poder medir la temperatura de una persona de la misma forma que se hace con las supernovas es posible gracias a los termómetros de infrarrojos.
Estos termómetros sirven para medir la temperatura de una persona en segundos y sin la necesidad de tocarla, algo muy útil cuando hablamos de pacientes con determinadas patologías contagiosas.
El mismo instrumento es utilizado también por ingenieros de carreras para medir la temperatura de la pista o por operarios de fábricas para controlar la temperatura de los metales.
El termómetro de infrarrojos o termómetro aural fue un invento desarrollado por la NASA en colaboración con Diatek Corporation para misiones espaciales que tuviesen que medir la temperatura de lejanos cuerpos celestes.

Sistemas de purificación de agua
¿Cómo tener un suministro de agua potable en un lugar tan aislado como la Estación Espacial Internacional?
Una opción sería llevarla desde la Tierra, pero teniendo en cuenta lo que pesa el agua, llevar cientos de litros de agua periódicamente al espacio para mantener a los astronautas vivos no es práctico, ya que apenas quedaría espacio para otros suministros.
Para solucionar este problema logístico se han desarrollado sistemas de purificación de agua que filtran y reciclan el agua no potable, una tecnología que hoy en día salva millones de vidas humanas en lugares donde la pobreza hace imposible el acceso a agua limpia.

Neumáticos modernos
A ver, la NASA como tal no inventó la rueda, pero sí que tuvo mucho que ver en la innovación responsable de que hoy en día tengamos neumáticos más duraderos, fiables y económicos.
A finales de la década de los 70 y principios de los 80, la NASA centraba sus esfuerzos en tener las primeras sondas sobre la superficie de Marte. Para hacer esto posible, se necesitaban de unos paracaidas muy ligeros y resistentes, capaces de frenar las sondas durante su entrada en el planeta.

Para que la exploración espacial no se estancase por un detalle tan pequeño, Goodyear desarrolló para la NASA un material ultraresistente gracias a una estructura molecular en cadena que daba a los paracaidas una fuerza cinco veces mayor a la del acero.
Un poco más tarde, la misma empresa empezó a usar este material en sus neumáticos, asegurando que darían a nuestros coches una media de 16.000 km más que los neumáticos de otros fabricantes.
La cámara de tu teléfono móvil
Durante la década de 1960, los ingenieros del Jet Propulsion Laboratory (JPL) de la NASA desarrollaron la primera cámara digital de la historia y en la década de 1990 perfeccionaron esta tecnología utilizando sensores CMOS para crear cámaras digitales mucho más pequeñas, de bajo consumo y con mejor calidad para poder usarlas en misiones espaciales.
Hoy en día la cámara de tu teléfono utiliza esta misma tecnología; aunque eso sí, con mejores materiales y un software mucho más avanzado.

Energía solar
Utilizar el Sol como fuente de energía limpia, renovable e inagotable era algo impensable hasta que la NASA se puso manos a la obra para conseguir una forma de mantener con energía sus vuelos espaciales de larga duración con un sistema que pesase poco.
Este trabajo de I+D resultó en las células solares de silicio que hoy usamos en las placas solares convencionales que todos podemos tener en nuestros tejados y azoteas.

Lentes de protección solar
El Sol puede ser tremendamente beneficioso, pero también muy peligroso.
Las radiaciones solares son muy perjuduciales para nuestros ojos, órganos muy sensibles a la luz y muy frágiles. Para proteger la vista de los astronautas de las dañinas radiaciones ultravioletas a las que están sometidos en vuelos espaciales se desarrollaron finas y resistentes lentes protectoras que hoy en día usamos cada vez que nos ponemos unas gafas de Sol.

Equipamiento para bomberos
Temperaturas extremas, falta de aire respirable, necesidad de comunicación constante… Si lo pensamos detenidamente, el espacio no es muy distinto a estar en el interior de un edificio en llamas.
Es por ello que muchos de los avances realizados gracias a la exploración espacial se han aplicado a la defensa de los bomberos y viceversa.
En 1950 el doctor Carl Marvel sintetizó el polibencimidazol (PBI) mientras estudiaba los polímeros resistentes a altas temperaturas para la Fuerza Aérea Estadounidense. La NASA se percató del enorme potencial de este material y financió más estudios al respecto.
Tras el desastre del Apolo 1, el PBI se convirtió en la materia prima de los trajes espaciales. Un par de años después se empezó a usar en los cuerpos de bomberos de Estados Unidos y de ahí, al resto del mundo.

Del mismo modo, la NASA inició un proyecto conjunto con la National Bureau of Standards dando como resultado un sistema de respiración formado por una máscara, un arnés y una botella de oxígeno fabricada con un compuesto de aluminio utilizado en el revestimiento de cohetes espaciales.
También se desarrolló un sistema de radio más potente, ligero y resistente que también fue adoptado por la industria militar y los cuerpos de bomberos.
Las tenazas de la vida
Así se conoce a estas pinzas hidráulicas capaces de abrise camino entre amasijos de metal. Esta potentísima herramienta que se utiliza hoy en día para liberar a personas de accidentes automovilísticos fue desarrollada a partir del sistema que separaba al transbordador espacial de sus cohetes aceleradores.

Salubridad alimenticia
El Análisis de Peligros y Puntos Críticos y de Control (APPCC) es una parte esencial de la industria alimenticia. Controla la salubridad y envita la contaminación y riesgos en cualquier punto de la cadena de producción de esta industria.
Con la idea en la cabeza de una estación espacial que iba a durar años, la NASA necesitaba solucionar dos problemas antes de existiesen: la eliminación de restos de comida que podían contaminar la nave y la eliminación del riesgo de infección por bacterias o toxinas derivadas de estos restos.
Así que le pidió ayuda a Pillsbury, que desarrolló el APPCC en 1991, extendiéndose globalmente y pasando a formar parte de los procesos obligatorios en la seguridad alimenticia.

-
Diogenita (Vesta)29,90€
-
Diogenita (Vesta)29,90€
-
Shergottita (Marte)149,90€
Monitorización ultrasónica
Los ultrasonidos son una excelente manera de monitorear las constantes vitales de un paciente (o de un astronauta), el análisis de aguas subterráneas o la radiación, entre otras cosas.
Esta tecnología tan popularmente usada en tantísimos ámbitos fue desarrollada por la NASA en 1978 precisamente con esta finalidad: monitorear en tiempo real las constantes vitales de sus astronautas.

Detectores de humo
En 1970, la NASA y Honeywell desarrollaron el primer detector de humo por ionización usando el isótopo americio-24 para la estación espacial Skylab.
Este modelo fue el precursor de los modernos detectores de humo que podemos ver en millones de hogares, hospitales, centros comerciales, etcétera.

Diagnóstico de enfermedades
Gracias a las condiciones de microgravedad que se dan en la Estación Espacial Internacional, los investigadores han podido observar las interacciones tridimensionales de células enfermas y células sanas.
Estas observaciones que dificilmente se pueden ver en la Tierra han permitido hacer grandes avances en el conocimiento y detección de varios tipos de cánceres.
Además, nuevos estudios apuntan a que este estado de microgravedad puede matar determinadas células cancerosas, lo cual nos hace estar un paso más cerca de entender una de las enfermedades más mortales del mundo.

Espuma con memoria
¿Te has puesto alguna vez unas zapatillas deportivas con suela de gel o cámaras de aire? Estas fueron desarrolladas por la NASA para amortiguar el impacto de los propulsores del módulo de alunizaje, ya que esas naves no disponían de asientos.
En la década de 1970, la NASA perfeccionó ese material y creó el temper foam, una espuma con memoria para aliviar la carga en el cuerpo de los astronautas cuando están sometidos a fuerzas gravitacionales.
Ese material se popularizó y hoy en día lo tenemos en colchones, asientos de coches, parques de atracciones…

Leds terapéuticos
Si has ido alguna vez has tenido como mascota a un reptil o has ido a un fisioterapeuta o simplemente a una terraza en invierno seguramente conozcas las lámparas de infrarrojos.
Los diodos led de infrarrojo son una excelente forma de emitir calor y fueron desarrollados por la NASA para estudiar el crecimiento de plantas en el espacio. Posteriormente, esta tecnología se aplicó a la vida cotidiana de humanos de mascotas.

Sistemas de comunicación a larga distancia
Transmitir imágenes o vídeos de alta calidad desde Marte, Júpiter o Saturno es algo esencial para sondas como Juno, Cassini o el MRO, así que diseñar y perfeccionar un sistema de telecomunicaciones a larga distancia siempre ha sido y será una tarea de la NASA.
Gracias a esa tecnología podemos enviar divertidos gifs por WhatsApp de una punta a otra del planeta de manera instantanea.

Y la lista sigue y sigue, pues los avances tecnológicos gracias a la exploración espacial se han ido y continúan llegando poco a poco a nuestras cotidianas vidas para hacerlas más cómodas, seguras y largas.
Otros avances no mencionados como las prótesis robóticas o las aspiradoras sin cable también han sido posibles gracias a la exploración espacial, pero de esas ya hablaremos en un futuro.
Así que la próxima vez que escuches a alguien criticar la inversión en investigación científica y espacial, háblale de todas las cosas que usa hoy en día y que han sido posibles gracias al afán del ser humano por conocer los secretos que el universo esconde para nosotros.