7 beneficios del programa Apolo
¿Mereció la pena ir a la Luna? Científicamente hablando por supuesto que sí pero, ¿le mereció la pena a la sociedad? Como veremos hoy en este artículo, los beneficios del programa Apolo se han implantado en nuestra vida diaria.
Para que Armstrong pisara la Luna aquel 20 de julio de 1969, la NASA tuvo que desarrollar nuevas tecnologías nunca antes vistas para hacer ordenadores más pequeños, cohetes más grandes y materiales que mantuvieran vivos a los astronautas. Hablemos de ellos.
Miniaturización de chips
Hablamos de una época en la que un ordenador era del tamaño de una habitación y no podía hacer cálculos demasiado complejos rápidamente. Para ir a la Luna se necesitaba meter un ordenador capaz de hacer cálculos orbitales y tener más de 70 programas establecidos en una nave del tamaño aproximado de un coche grande.
La NASA trabajó junto a IBM para crear un ordenador lo suficientemente potente y pequeño. Con el tiempo la tecnología puesta en marcha en esos días se fue perfeccionando, haciéndo ordenadores cada vez más pequeños y potentes.
Hoy en día todos llevamos en el bolsillo un ordenador miles de veces más potente que el que llevó al ser humano a la Luna.
Aviones supersónicos
Antes de ir a la Luna tuvimos que aprender a volar. Armstrong era un piloto de pruebas que consiguió ser de las primeras personas en romper la barrera del sonido a bordo de un avión supersónico.

Hoy en día, la mayoría de cazas militares pueden hacer esto y tenemos aviones comerciales capaces de transportar a 400 personas a más de 700 km/h, pero esto no era así en los 60.
El desafío de ir a la Luna implicó infinitas mejoras en la tecnología aeronáutica; mejoras que todos disfrutamos hoy en día cada vez que cogemos un avión para irnos de vacaciones.
Ropa con refrigeración interna
Los trajes EVA con los que los astronautas caminaron por la Luna contaban, entre otras cosas, con un sistema de refrigeración interna para mantener a los astronautas vivos.
Una versión más avanzada y simplificada de estos trajes es usada hoy por pilotos de carreras, trabajadores de centrales nucleares, trabajadores de astilleros navales, enfermos de esclerosis y niños con trastornos genéticos como la displasia ectodérmica anhidrotica.
Y es que si hablamos de avances médicos derivados de la carrera espacial podemos escribir decenas de artículos.
Tejidos ignífugos
Tras el desastre del Apolo 1, se desarrolló un material ligero e ignífugo para revestir los trajes espaciales. Un año después, ese mismo material comenzó a ser usado por varios cuerpos de bomberos de Estados Unidos.
Hoy en día, ese material es el que se emplea en los trajes de bomberos de todo el mundo además de en las industrias del petróleo, las carreras y muchas más.
Mylar
El mylar es un material compuesto con el que se revistieron las naves Apolo para aislar térmicamente y proteger de la radiación espacial a sus tripulantes.

Varios elementos de ese material es utilizado hoy en día como aislante térmico en todos los hogares, en las mantas térmicas utilizadas por los servicios de emergencia e incluso en el embalaje de ciertos alimentos.
Los edificios ecológicos implementan muchos sistemas de aislamento basados directamente en el Mylar, ya que son muy eficientes y eco-friendly.
Zapatillas de deporte
¿Tienes o has tenido alguna vez una de esas zapatillas deportivas con suela de gel y/o cámaras de aire? Pues adivina de donde vienen…
El módulo de alunizaje no tenía asientos. Unas pequeñas cintas adhesivas en el suelo ayudaban a los astronautas a no flotar por el módulo durante la maniobra de alunizaje.
Para amortiguar el impacto en las articulaciones de los miembros inferiores de los astronautas durante los encendidos de motor para alunizar, la NASA diseñó unas botas especiales con cámaras de aire y suelas de gel que absorbieran parte del impacto.
Filtros de agua
La tecnología de purificación del agua utilizada en el programa Apolo permitió el desarrollo de multitud de aplicaciones para la eliminación de bacterias, virus y algas en torres de refrigeración y sistemas de abastecimiento de agua potable.
Y estos son solo algunos de los beneficios derivados del programa Apolo. Podríamos continuar, pero creo que ya te has hecho una idea de lo importante que son los programas espaciales, no solo para avanzar en nuestro conocimiento del universo, sino para mejorar la calidad de vida de todos nosotros.