Descripción
Si existe un meteorito que no necesita presentación es sin duda Campo del Cielo, un indispensable en cualquier colección.
El origen de Campo del Cielo se remonta a hace aproximadamente 4.000 años, cuando un gran bólido metálico explotó sobre los cielos argentinos provocando una lluvia de miles de pequeños fragmentos ardientes que hicieron pensar a los indígenas de la zona que el Sol estaba sudando gotas de fuego que fertilizaban la tierra.
Para los qom, esta zona del Chaco Austral bautizada como Campo del Cielo era tierra sagrada en la que el Sol intimaba con la naturaleza para proveer a las personas de abundantes alimentos. Por este motivo, la zona se encontraba muy poco habitada y reservada casi en exclusiva para peregrinaciones aborígenes.
Los fragmentos de Campo del Cielo fueron descubiertos por expediciones en 1576 y, desde entonces, miles de fragmentos se han repartido por todo el mundo en colecciones públicas y privadas. Gracias a los modernos análisis sabemos que dichos fragmentos son sideritos (meteoritos metálicos) del tipo octaedrita, dentro de la clasificación IAB. Su composición es la siguiente:
Hierro (92,9%), níquel (6,67%), cobalto (0,43%), fósforo (0,25%) y otros elementos como el galio (87 ppm), germanio (407 ppm) e iridio (3.6 ppm).
Lo más interesante de los meteoritos IAB es que se formaron mucho antes que nuestro planeta, ya que el hierro y níquel que los componen principalmente se forjó en el interior de la moribunda estrella primigenia que al morir en forma de supernova expulsó todos sus elementos para formar la nebulosa madre de la que nació nuestro Sol y todos los planetas del Sistema Solar.
Por ello, este meteorito caído hace 4.000 años en Argentina se formó en realidad hace más de 4.500 millones de años.
Su forma irregular, su peso y brillo hacen de Campo el Cielo una pieza indispensable en cualquier colección.
Recibirás el fragmento en el interior de una cajita transparente, acompañado de su correspondiente certificado de autenticidad y una carta dedicada en la que se explica el origen e historia de este fragmento.
Si se trata de un regalo para alguien especial, puedes incluir su nombre como comentario en el momento de hacer el pago y dedicaremos la carta a esa persona tan afortunada.
La venta de meteoritos por parte de El Diario del Astrónomo está sometida a un estricto y riguroso código geoético que busca proteger y preservar el valor científico de estas piezas. Así mismo, los beneficios derivados de su venta, se destinan íntegramente a la financiación de nuevas investigaciones astrogeológicas y el mantenimiento del proyecto divulgativo de El Diario del Astrónomo.
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