El límite del Sistema Solar
¿Que hay más allá de nuestro sistema solar? Esta pregunta es una de las grandes incógnitas que han desvelado a los astrónomos a lo largo de la historia. Cualquiera podría pensar que una vez que al salir de nuestro sistema solar se encuentran las estrellas más cercanas como a la vuelta de la esquina, o que estamos rodeados de espacio vacío sin más y no hay una “frontera” para entrar en nuestro sistema solar.
Sin embargo existen componentes limítrofes de nuestro sistema solar que no son tan conocidos y pueden darnos una visión diferente de este. Teniendo en cuenta la importancia, hasta filosófica, que tiene esta cuestión los astrónomos han tratado de averiguar con mucho ímpetu aquello que separa el Sistema Solar del vasto espacio que nos rodea.
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Estructura del Sistema Solar
El Sistema Solar siempre se ha enseñado de la misma forma, con el Sol estático en el centro; con los planetas solidos y gaseosos, divididos por el cinturón de asteroides. Aunque un poco inexacto, esta representación del Sistema Solar no es incorrecta; aún así no se hace referencia a diferentes elementos que se encuentran más allá de la órbita de Neptuno.
Estos elementos se encuentran al límite del Sistema Solar son el cinturón de Kuiper y la nube de Oort y son en si la última barrera que hay que atravesar para llegar a las estrellas de neutrones, galaxias y cualquier cuerpo astronómico que podemos ver por nuestros telescopios. También hay que hacer mención a los planetas enanos, los cuales ganaron fama debido al debate sobre si Plutón era un planeta o no, pero hay unos cuantos más en el Sistema Solar.

Planetas enanos del Sistema Solar
Para que un planeta sea considerado tal debe cumplir 3 requisitos; que orbite alrededor de una estrella (en este caso el sol), que su gravedad le permita mantener una forma esférica (que tenga un equilibrio hidroestático) y que haya despejado su órbita de otros cuerpos.
Los cuerpos que solo cumplan las dos primeras pasarían a pertenecer al grupo de los planetas enanos. Esta definición vino por parte de la Unión Astronómica Internacional el 24 de agosto de 2006; desde ese momento algunos cuerpos que habían sido considerados como asteroides muy grandes o, en el caso de Plutón, como planetas pasaron a formar parte de un nuevo tipo de astro del Sistema Solar denominado planeta enano.
Los planetas enanos del Sistema Solar son Plutón , Ceres, Eris, Makemake, Haumea y Higía (descubierto recientemente). Ninguno de ellos se acerca al tamaño que tiene un planeta, ni el más pequeño (Mercurio con unos 4.000 km de diámetro); el más grande de ellos es el “explaneta” Plutón con 2.377 km de diámetro seguido de Eris con 2.326 km; estos son los planetas enanos más grandes del Sistema Solar.
Makemake y Humea rondan los 1.000 km de diámetro (1.430 km y 1.632 km respectivamente). Los dos restantes no superan los 1000 km de diámetro, el más grande es Ceres con unos 950 km que se encuentra en el cinturón de asteroides junto a Higía (el más pequeño con 444 km de diámetro). El resto se encuentra más allá de Neptuno, en el cinturón de Kuiper.
Como curiosidad podría pensarse que estos planetas no pueden tener satélites, pero esto no es cierto, de hecho, Plutón y Eris tienen un pequeño satélite cada uno (Caronte y Disnomia respectivamente). También destacar a Haumea el cual tiene una forma exageradamente achatada en su ecuador.

El cinturón de Kuiper
El cinturón de Kuiper es el segundo cinturón del Sistema Solar; está formado por una serie de objetos congelados que se encuentran más allá de la órbita de Neptuno (llamados transneptunianos); entre ellos se encuentran la mayoría de planetas enanos además de cometas de corto periodo que son los cometas que completan una órbita de menos de 200 años. Tiene una extensión de unas 50 ua (ua equivale a unidades astronómicas; 1 ua es la distancia media entre la tierra y el sol, 1.496e+8 km).
Aunque no está claro como fue su formación diferentes estudios han concluido mediante simulaciones que los cuerpos que forman el cinturón de Kuiper pueden ser restos de colisiones de planetas en su etapa de formación que fueron desplazados por acción de los planetas gaseosos hasta el borde del Sistema Solar donde Neptuno los acabó desplazando hacia su actual órbita.
Según estas simulaciones se podrían encontrar fragmentos del tamaño de Marte los cuales no han podido ser observados aún; aún así no es la primera vez que una hipótesis acaba siendo observada y dada como cierta años o siglos después. Esto es algo relativamente común en el campo de la física, de hecho el propio cinturón de Kuiper empezó como una hipótesis de Gerard Kupier en 1951 el cual predijo su existencia ya que buscaba el origen de los cometas de corto periodo; fue en 1992 cuando se observó el primer objeto de este cinturón, el cual demostró la predicción de Kuiper.
Se estima que en este cinturón se pueden encontrar objetos de tamaños y formas muy diversos los cuales pueden ser muy útiles para los astrónomos a la hora de entender la creación del Sistema Solar debido a que estos restos de rocas y minerales provienen del inicio del Sistema Solar y pueden ser más antiguos que nuestro propio planeta.
Actualmente la sonda espacial New Horizons de la NASA se encuentra explorando algunos asteroides del cinturón de Kuiper después de su paso por Plutón en 2015. Esta sonda fue lanzada en 2006 con una una impresionante velocidad de 58.500 km/h, esto nos puede dar una idea de las grandes dimensiones del Sistema Solar ya que tardó 9 años en llegar a Plutón. Esta sonda cuenta con la curiosa participación del astrofísico Brian May, mejor conocido como el guitarrista de la banda Queen el cual completó sus estudios en 2008 y esta ayudando en la interpretación de las imágenes enviadas por la sonda.

Nube de Oort, el límite del Sistema Solar
La nube de Oort es una capa de asteroides y polvo que, a diferencia de los cinturones de asteroides, rodea completamente al sistema solar dejando a este como una “bola de nieve” cósmica. Podrías llegar al comienzo de la nube de Oort una vez alcanzadas las 1.500 ua pero se estima que el final de esta puede llegar a las 50.000 ua.
Está formada por billones de astros y es hogar de los cometas de largo periodo como el cometa Hale-Bopp que tarda unos 2.500 años en completar su órbita, se estima que volverá a ser visible a simple vista en unos tres mil años. Otro cometa muy conocido el cual tiene su origen en la nube de Oort es el cometa Halley el cual es más especial de lo que uno pudiese creer; aunque debería ser un cometa de largo periodo el cometa Halley solo tarda 75 años en completar una órbita alrededor del Sol.
Este suceso nos permite observar un cuerpo que proviene de los límites del Sistema Solar cada poco tiempo y eso lo hace muy interesante para los astrónomos. El cometa Halley volverá a la tierra en el 2.062, así que ya puedes ir comprando un telescopio pues será un gran evento único en la vida.
La nube de Oort se divide en dos partes, la capa interna la cual tiene forma de donut y la capa externa la cual tiene una forma más circular y rodea al Sistema Solar.
La nube de Oort plantea una cuestión sobre hasta donde llega el Sistema Solar pues por regla general este termina en el punto en el que el no llega la influencia del Sol. Este punto es el final del cinturón de Kuiper por tanto la nube de Oort estaría más allá del Sistema Solar, este espacio ya empezaría a denominarse espacio interestelar. Sabiendo esto puedes pensar que es probable que alguna sonda espacial haya abandonado los límites del Sistema Solar pero, ¿habrá atravesado la nube de Oort?

Las misiones Voyager 1 y 2
¿Cual es el punto más lejano del Sistema Solar en el cual ha llegado el ser humano? El lugar más lejano en el que ha estado un ser humano vivo ha sido alcanzado por los astronautas de la misión Apolo 13 debido a diferentes maniobras que tuvieron que realizar por el incidente que les dejó sin pisar la Luna.
Si tenemos en cuenta las sondas operativas que se han adentrado más en los confines del Sistema Solar nos encontramos con dos sondas las cuales fueron diseñadas para ir lo más lejos posible, la Voyager 1 y la Voyager 2 lanzadas en 1977.

Propósito de las sondas
El propósito de ambos sonda era el de estudiar el Sistema Solar exterior hasta llegar al espacio interestelar en donde se iniciará su heliopausa y seguirán vagando por el universo hasta que algo las pare. Estas sondas siguen operativas aunque con muy poco personal en la NASA, se estima que pronto podrían dejar de funcionar o que se descarte el proyecto debido al recorte de personal. Estas sondas nos han dado imágenes tan asombrosas como la llamada “the pale blue dot” por Carl Sagan.
Uno de los objetivos más ambiciosos es que estas sondas sean encontradas por una especie inteligente y es por eso que los científicos a cargo del proyecto provinieron a la sonda de un pequeño “regalo”. En ambas sondas se encuentra un disco de oro con un mapa para llegar a la tierra así como una serie de imágenes y sonidos de esta, música de diferente épocas y culturas así como saludos en varios idiomas.
Hasta donde han llegado y cuanto seguirán operativas
Siguiendo un camino diferente y hacia direcciones prácticamente opuestas, ambas sondas han logrado superar la heliosfera y ya se consideran sondas interestelares pues se encuentran en el espacio interestelar. Han pasado el cinturón de Kuiper y el viento solar ya no tiene efecto sobre ellas, aún así siguen dentro del espacio rodeado por la nube de Oort a la cual se le podría llamar la ultima frontera para salir al espacio vacío.
Se estima que en 2025 no habrá suficiente energía en las sondas y simplemente se apagarán, en caso de que no se apaguen antes por un fallo o por recortes en el presupuesto de la NASA, esto hace improbable que lleguen a la nube de Oort y sigamos recibiendo datos de ellas, mucho menos de que tengamos información cuando salgan de esta. Estas sondas llegaron muy lejos la tecnología de hace más de 40 años, uno de los grandes objetivos de la humanidad podría ser superar esta hazaña y conseguir una sonda que nos envie información e imágenes de más allá de los límites del Sistema Solar.

Datos muy interesantes, pero tendrían que adentrarse en el riego potencial de colisiones de peligros cercanos, aunque se que existe un programa en USA. También deberían de buscar explorar vida dentro y fuera del sistema en el que vivimos (de la forma que fuere). Otra forma es escuchar los sonidos que se generen en estos lugares para hacernos una idea de que los produce.
Gracias por tu comentario, si que son temas muy interesantes. Aún hay muchas cuestiones del universo y del sistema solar las cuales su investigación depende mucho de los presupuestos.