Los planetas del Sistema Solar: La Tierra (I)
La Tierra es el tercer planeta del Sistema Solar y el mayor de los cuatro planetas rocosos o interiores. Ocupa el 5º puesto en cuanto a tamaño, pero es el que tiene una mayor densidad de todo el Sistema Solar.
Bautizado por los romanos, recibe su nombre de la diosa Gea, diosa de la tierra y la agricultura. Es el único planeta, junto a Venus, que recibe su nombre de una diosa y no de un dios.
La Tierra se formó hace unos 4.500 millones de años y, unos mil millones de años después, la vida surgió en sus abundantes y enormes océanos. Y aunque es el único planeta conocido que alberga vida, no es el único cuerpo del Sistema Solar con la capacidad de hacerlo.
Su único satélite natural es la Luna, la cual se piensa que se formó a partir del impacto de la prototierra con otro protoplaneta del tamaño de Marte.
Características del planeta Tierra
La Tierra no es esférica ni plana. Su ecuador se ensancha unos 21 kilómetros aproximadamente, el polo norte está dilatado 10 metros y el polo sur está hundido unos 31 metros. Esto convierte a nuestro planeta en un geoide.
Su composición química es de lo más variado. En la Tierra encontramos principalmente roca y metal en estado sólido en su corteza y semifundidos y fundidos en su interior.
El 70% de su superficie es agua perteneciente a sus mares, océanos y casquetes polares. Estas grandes masas de agua líquida y congelada actúan como un regulador térmico que, junto con la atmósfera, permite que el planeta se mantenga a una temperatura media y constante de 15ºC.

Está rodeada por una atmósfera rica en oxígeno y protegida del viento solar por un campo magnético.
Capas de la Tierra
Desde su parte más externa a la más interna, podemos dividir la estructura de nuestro planeta en 5 secciones:

La atmósfera
Tiene un grosor de más de 1.100 km, pero el 75% de su masa se concentra en los primeros 11 kilómetros contando desde la superficie del mar.
Se compone de principalmente de nitrógeno (78%) y de oxígeno (21%), segidos por pequeñísimas cantidades de argón, dióxido de carbono y vapor de agua.
Hidrosfera
Comprende todas las superficies acuáticas (océanos, mares, lagos, ríos y aguas subterráneas). Representa algo más del 75% de toda la superficie del planeta Tierra.
Litosfera
Está compuesta por la corteza terrestre y el manto superior.
La corteza se extiende hasta los 100 km de profundidad y se compone casi en su totalidad de oxígeno, silicio, aluminio, hierro, cálcio, sodio, potasio, magnesio, titanio, hidrógeno y fósforo.
Además de estos elementos, encontramos en cantidades menores al 0,1% carbono, manganeso, azufre, bario, cloro, cromo, flúor, circonio, níquel, estroncio y vanadio, aunque en su mayoría se encuentran formando parte de compuestos.
El manto
Se extiende desde la base de la corteza hasta los 2.900 km de profundidad.
Se compone principalmente de rocas y metales fundidos y semifundidos y sobre él se encuentran las placas tectónicas que permiten a los continentes moverse libremente sobre la corteza.
El núcleo
Se divide en una parte exterior de 2.225 km de grosor y una interior de 1.275 km de grosor.
Ambas secciones están compuestas principalmente de hierro y níquel en estado líquido. El movimiento de estos metales hacen que el núcleo actúe como un potente imán, generando así el campo magnético de nuestro planeta.
En su interior, las temperaturas pueden alcanzar los 6.650ºC, muy similar a la de la superficie del Sol.
Este núcleo irradia constamente calor hacia el exterior como consecuencia de la desintegración de uranio y otros elementos radiactivos.
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Fuente: astromia.com