sábado, septiembre 30, 2023
Sistema SolarPlanetas del Sistema Solar

Los planetas del Sistema Solar: Júpiter

Júpiter es el 5º planeta del Sistema Solar, el más grande de todos y el primero de los planetas exteriores o gaseosos.

Bautizado por los romanos, recibe su nombre del dios Júpiter, el equivalente romano a Zeus. Debido a su enorme tamaño y a que es el más cercano al Sol de los gigantes gaseosos, es uno de los planetas más fáciles de identificar en el cielo nocturno.

Tiene casi 2,5 veces la masa de todos los demás planetas juntos y es 1.317 veces más grande que la Tierra. Tiene 4 lunas principales: Europa, Calisto, Ganímedes e Ío; aunque tiene decenas de asteroides capturados en su órbita. Hasta el momento se han descubierto un total de 79 lunas en Júpiter.

Júpiter es también el planeta más viejo del Sistema Solar, de hecho es más antiguo que el propio Sol. Su núcleo se formó cuando la nebulosa solar primigénia todavía no se había convertido en nuestra estrella.

Y según los científicos, la formación temprana de este planeta fue crucial en la historia de nuestro Sistema Solar, ya que su atracción gravitatoria fue clave en la dinámica del disco de acreción que acabó dando vida al Sol.

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Características de Júpiter

Júpiter es el planeta con la rotación más rápida de todo el Sistema Solar, solo le toma 9,84 horas dar una vuelta sobre sí mismo. En cambio, el gigante gaseoso tarda casi 12 años (terrestres) en completar una órbita alrededor del Sol.

Su atmósfera es muy compleja y tiene una composición similar a la del Sol. Compuesta casi en su totalidad por hidrógeno y helio y pequeñas cantidades de metano, amoníaco y vapor de agua, presenta grandes nubes y franjas que le dan un aspecto muy colorido.

Datos del planeta Júpiter
Tabla de datos comparativos entre Júpiter y la Tierra

Su gran mancha roja es un huracán formado hace más de 300 años en el que soplan vientos de hasta 500 km/h. En ella cabría perfectamente el planeta Tierra y aún sobraría espacio.

Gran mancha de Júpiter captada por la sonda espacial Juno de la NASA. Créditos: NASA

Júpiter tiene un tenue sistema de anillos totalmente invisible desde nuestro planeta. Están formados por partículas de polvo lanzadas al espacio cada vez que alguna de sus lunas choca con algún asteroide (o contra ellas mismas).

Su campo magnético es la mayor estructura del Sistema Solar. Se extiende entre 3 y 7 millones de kilómetros en dirección al Sol y en más de 750 millones de kilómetros en dirección contraria, llegando incluso hasta a órbita de Saturno.

Como consecuencia de su propia gravedad, Júpiter está menguando a un ritmo de unos 2 cm al año. Cuando se formó, el planeta debía tener prácticamente el doble de su tamaño actual y una temperatura muchísimo mayor.

Se desconoce si Júpiter tiene una superficie, ya que su densa atmósfera no nos deja obtener lecturas de su interior; aunque la teoría más aceptada es que no.

Algunas curiosidades

Gracias a que es un planeta exterior y tan grande, es posible observar de manera periódica el tránsito de sus lunas por delante de él. Esto genera una sombra sobre el planeta perfectamente visible desde la Tierra con un telescopio de aficionado.

Júpiter emite más calor de el que recibe del Sol. Gracias a esta fuente de calor y a que su campo magnético protege a sus lunas del mortífero viento solar, su helado satélite natural Europa se ha convertido en un buen candidato para la búsqueda de vida en el Sistema Solar.

Júpiter no orbita al Sol, al menos técnicamente. Su tirón gravitatorio es tan potente que tira del Sol, colocando el centro de masas del sistema (baricentro) en un punto cercano pero fuera de nuestra estrella.

Júpiter no orbita al Sol

Todos los planetas ejercen un cierto tirón gravitatorio sobre el Sol, pero ninguno de ellos es tan potente como para sacar el baricentro de la estrella (salvo el Rey de los planetas).

Júpiter es el gran guardaespaldas del Sistema Solar. Con su gravedad desvía o incluso atrae a decenas de asteroides y cometas que se dirigen hacia el Sol pasando por las órbitas de Marte, la Tierra, Venus y Mercurio.

Si no fuese porque Júpiter desvía y lanza al exterior del Sistema Solar a estas maliciosas rocas, es muy posible que la vida no hubiese surgido en nuestro planeta; o peor, que se extinguiese.

No, no es una estrella fallida

Muchos artículos desinformativos hacen creer a muchas personas que Júpiter es una estrella fallida, protoestrella o futura estrella, nada más lejos de la verdad.

Aunque hemos dicho que tiene una composición similar a la del Sol, los parecidos terminan ahí.

Júpiter es un planeta enorme, pero ridículamente pequeño si lo comparamos con la estrella más pequeña.

Comparación de tamaños de planetas y el Sol

Una estrella funciona gracias a fusiones nucleares que se dan en su interior y para que estas reacciones nucleares comiencen se necesita una masa ENORME.

Concrétamente, haría falta la masa de 1.000 planetas como Júpiter para que estas reacciones arrancaran y naciese una estrella. Por lo que no, Júpiter nunca fue, no es y nunca será nada parecido a una estrella.


Fuente: astromía.com

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